Miguel de Unamuno y Georges de Bernanos: El camino de la cruz en la literatura

Document Type

Thesis

Publication Date

2006

Disciplines

Arts and Humanities | Latin American Languages and Societies | Spanish and Portuguese Language and Literature

Advisor

Bolaños; Theisen

Abstract

Miguel de Unamuno y Jugo (Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936), la eminente figura literaria española, y Georges Bernanos (París, 1888 - París, 1948), el distinguido literato francés, son dos escritores coetáneos. Vivieron en la época de las grandes agitaciones sociales, las Guerras carlistas (1833 - 1871), la Guerra de Marruecos (1909 - 1927), la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil española (1936 - 1939), que dejarán una huella profunda en la vida y en la obra literaria de los autores. Tuvieron una amplia cultura antigua, filológica, literaria y filosófica. Los dos autores recibieron una educación religiosa muy estricta, Unamuno de su abuela y de su madre, y Bernanos, en la escuela primaria y en el instituto, de tal modo que, en cierto punto de su vida, los dos autores consideraron la posibilidad de entrar la vida monástica. Pero ambos Unamuno y Bernanos se enamoraron y optaron por el matrimonio, que en los dos casos resultó en una vida serena familiar. De todas maneras, la preocupación religiosa queda incrustada en la extensa literatura de los dos autores. En el caso de Unamuno, dado su carácter polémico, inquieto, de notable valentía y de áspera veracidad, muchos críticos tienden a considerarle anticatólico, o al menos cuestionan su catolicismo. Los críticos tienen la dificultad de clasificar en una categoría la personalidad paradójica de Unamuno. Por ejemplo, Landensberg consta que “Tampoco se puede contestar a la pregunta de si habrá que considerarlo como un pensador católico, más que de una manera dialéctica e insegura. Está uno tentado de decir que es y no es católico” (45). A pesar de eso, nadie puede negar la preocupación espiritual del escritor español, tanto en la vida diaria como el las obras. Según Marías, Unamuno era “Espíritu hondamente religioso, arraigado en el catolicismo, pero fuera de la ortodoxia, que vivió su religión agónicamente, pretendiendo hacer que todos vivan inquietos y anhelantes, con una fe insegura y con frecuencia angustiada” (72). En cuanto a Bernanos, los críticos parecen ser menos severos. Según Moeller, que escribió un compendio de artículos sobre los autores católicos, “Bernanos est un écrivain prophète. De son regard profond, en une saisie fulgurante, il nous transporte dans l’éternel… la justesse théologique de ses visions éclate. Nous avions besoin de lui” (389).

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